La actitud postural es un conjunto de gestos o posiciones que hacen que las posturas sean correctas o viciosas, dándonos una visión del individuo armónica o disarmónica.

Según Kendall la postura es “la composición de las posiciones de todas las articulaciones del cuerpo humano en todo momento”.

La podemos clasificar en los siguientes grupos:

  • Postura correcta: Aquella en la que no existe ninguna sobrecarga sobre ninguna parte del cuerpo.
  • Postura viciosa: Aquella que si sobrecarga alguna parte de nuestro cuerpo.
  • Postura armónica: Es la postura más correcta que cada persona puede conseguir según su morfología y su edad.

En palabras de la autora, »Adoptar una postura correcta representa un buen hábito que contribuye al bienestar del individuo. La estructura y función del cuerpo aporta toda las facilidades para lograr y mantener posturas correctas.» Es importante tener una buena postura que satisfaga ciertas especificaciones estéticas y mecánicas. Pero es necesario remarcar que cada ser humano adapta su postura en función de la profesión y estilo de vida que tiene y que la misma se ve afectada por diversos factores como por ejemplo: el estado de flexibilidad de sus articulaciones, la fuerza de sus músculos y/o por aspectos psicobiológicos.

Fuente:
“Músculos. Pruebas funcionales, postura y dolor”, Kendall